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Las diferentes formas del diamante

Diferentes formas de diamantes

Se trata de una etapa crucial en la elección de una joya y de un anillo de compromiso.
Elegir la forma del diamante es muy importante, sobre todo para un anillo de compromiso. Algunas personas ya saben lo que quieren: una forma clásica o bien una forma más original. Hay que tener en cuenta que la forma del diamante tendrá necesariamente un impacto significativo en su apariencia y, por tanto, puede influir en su elección final.

¿Cuál es la historia de la forma de los diamantes?

¿Cuál es la historia de la forma de los diamantes?

El diamante es la joya más preciosa y hermosa del mundo. Es una piedra simbólica que une a dos personas para toda la vida. Su historia está llena de giros, y su apariencia ha cambiado con el paso de los siglos.

Los primeros diamantes, hallados en la India, se conservaban en su forma bruta. Se les consideraba talismanes que protegían a su dueño.

También se decía que sus poderes se perdían si el diamante era tallado.

¿Cuál es la historia de la forma de los diamantes?
tallado de los diamantes

¿Cuándo comenzó el tallado de los diamantes?

tallado de los diamantes

A partir de principios de la Edad Media comenzó a aparecer el pulido de la piedra, con el objetivo de darle más brillo al diamante. No existía realmente una forma definida para la piedra; se mantenía la forma del diamante en bruto, pero pulido: se aplanaban las caras. A esta técnica se le llama “point cut”.

Con el descubrimiento, en el siglo XV, de la magia del tallado del diamante —utilizando polvo de diamante para tallarlo— su destino tomó un nuevo rumbo. Es en este momento cuando aparece el primer tallado real del diamante: un diamante con una mesa gruesa y los bordes empezaban a facetarse. A este estilo se le conoce como “Table cut” o “French cut”.
(Dato curioso: el archiduque Maximiliano de Austria fue el primer hombre en pedir matrimonio con un anillo de compromiso con diamante. La afortunada, María de Borgoña, fue la primera mujer de una larga tradición en recibir un anillo adornado con un diamante).

En el siglo XVII, el cardenal Mazarino mejoró el tallado del diamante añadiendo 9 facetas en la corona (la parte superior del diamante), que es la zona entre la tabla y el pabellón (parte inferior del diamante). Con esto aparece la forma Mazarin, y gracias a ella los diamantes comenzaron a brillar aún más.

Historia del tallado de los diamantes.

En los siglos XVI y XVII, los indios también comenzaron a tallar diamantes y crearon la talla rosa (rose cut) con 24 facetas. Aún hoy, siguen siendo los únicos en el mundo que dominan este saber hacer y ofrecen esta forma única.

En el siglo XVIII, surge la talla Peruzzi, muy popular por sus 58 facetas. Se considera el “antepasado” de la talla cojín (cushion cut).
Posteriormente, las formas que hoy conocemos comenzaron a aparecer poco a poco, gracias al progreso de los artesanos y a diversas invenciones que, por ejemplo, permitieron obtener diamantes más redondos y con un mayor brillo.
Estos avances técnicos dieron lugar a las llamadas tallas europeas antiguas.

A comienzos del siglo XX, Marcel Tolkowsky inventó las proporciones ideales para un diamante redondo/brillante (brilliant cut).

Historia del tallado de los diamantes.

¿Cuál es la diferencia entre la talla y la forma de un diamante?

A partir de la Edad Media, comenzó a utilizarse el pulido del diamante para aumentar su brillo. No existía una forma definida: la piedra conservaba su aspecto bruto pero con las caras aplanadas. Esta técnica se llama “point cut”.

Con el descubrimiento en el siglo XV de la magia del tallado —utilizando polvo de diamante para trabajar la piedra—, el destino del diamante cambió por completo. Es entonces cuando aparece la primera talla real: un diamante con una mesa gruesa y bordes facetados. A esta talla se le conoce como “Table cut” o “French cut”.
(Dato curioso: el archiduque Maximiliano de Austria fue el primer hombre en pedir matrimonio con un anillo de compromiso con diamante. La afortunada, María de Borgoña, fue la primera mujer en recibir un anillo con diamante en la historia).

En el siglo XVII, el cardenal Mazarino perfeccionó el tallado del diamante añadiendo 9 facetas en la corona (la parte superior del diamante, entre la mesa y el pabellón). Así nace la talla Mazarin, que hizo que los diamantes brillaran aún más intensamente.

¿Cuáles son las formas más populares?

Existen, por supuesto, formas más populares que encontrarás fácilmente en cualquier joyería o con un diamantino. Estas formas son una apuesta segura: si no conoces bien a la persona a quien vas a regalar la joya, es preferible optar por una de ellas. La forma más popular es el diamante redondo.
(Dato curioso: un diamante redondo también puede llamarse brillante). Esta forma está presente en todas partes: joyería, alta joyería, tiendas de diamantes e incluso en la relojería.

Por lo general, se clasifican las formas de los diamantes en dos grandes categorías:

  • Los diamantes redondos
  • Y las formas llamadas “fantasía”

Junto con el diamante redondo, hay dos formas muy conocidas y muy solicitadas: la talla Princesa y la talla Radiant.
Atención: si compras un diamante en bruto, no siempre podrás elegir la forma que desees. De hecho, la forma suele ser determinada por los lapidarios (artesanos que tallan las piedras preciosas) según la forma natural del diamante en bruto.

¿Cuáles son las diferentes formas de diamantes?

Veamos ahora las formas de diamante más famosas con más detalle.

EL DIAMANTE DE FORMA REDONDA BRILLANTE

Es el más famoso: una apuesta segura. El matemático y físico Marcel Tolkowsky le dio, en 1919, las proporciones ideales para maximizar el brillo y el resplandor. Esta forma es la más brillante, la más solicitada, pero también la más clásica.
La talla redonda cuenta con 57 facetas.

Los principales laboratorios, como el GIA, califican las proporciones de estos diamantes en una escala que va de Excellent a Poor (este último aparece apagado a simple vista).
Recomendamos optar por un diamante con corte Excellent o Very Good para obtener el máximo brillo.

EL DIAMANTE DE FORMA PRINCESA

EL DIAMANTE DE FORMA PRINCESA

EL DIAMANTE DE FORMA PRINCESA

Esta forma es ideal para joyas de estilo arquitectónico con líneas definidas. Se trata de una talla cuadrada o rectangular. Cuenta con 76 facetas, lo que le proporciona un gran nivel de brillo.

Debido a su geometría, el diamante princesa debe tener una buena pureza. De hecho, la mesa (la parte superior plana) es amplia, por lo que cualquier inclusión se nota con más facilidad. Sin embargo, su tamaño visual es menor y su precio suele ser más bajo que el de un diamante redondo de peso equivalente.

Te recomendamos elegir un diamante con una buena pureza: IF, VVS o VS.

EL DIAMANTE DE FORMA RADIANT

EL DIAMANTE DE FORMA RADIANT

Se trata de una talla relativamente nueva en el mundo del diamante, que apareció a finales del siglo XX. Es una combinación entre la talla redonda y la talla esmeralda.
Esta forma tiene el poder de hacer que el diamante brille aún más. Es ideal para quienes dudan entre elegir un diamante redondo o uno esmeralda.
La talla radiant cuenta con 70 facetas, situándose entre las formas con más facetas. Sin embargo, tiende a mostrar menos nitidez en el color del diamante.

Te recomendamos elegir un diamante con un color superior a la categoría I.

EL DIAMANTE DE FORMA RADIANT
EL DIAMANTE DE FORMA ESMERALDA

EL DIAMANTE DE FORMA ESMERALDA

EL DIAMANTE DE FORMA ESMERALDA

Esta forma recibe su nombre de la piedra preciosa esmeralda, ya que originalmente estaba reservada para ella. Se trata de una talla rectangular. Esta talla es especial porque fue creada para resaltar la belleza natural de la esmeralda. Por eso, proporciona una luz translúcida única.
Es una forma sobria pero impactante, con un aire sofisticado que siempre causa sensación.

Al igual que con la talla princesa, la mesa del diamante esmeralda es amplia, por lo que es importante elegir un diamante con buena pureza para evitar que las inclusiones sean visibles.
El diamante talla esmeralda cuenta con 57 facetas.

Te recomendamos optar por un diamante con una pureza elevada: IF, VVS o VS.

EL DIAMANTE DE FORMA OVALADA

Con sus 55 facetas y su forma moderna, el diamante ovalado combina el estilo clásico del brillante redondo con la elegancia de las formas alargadas.

Suele ser el centro de todas las miradas y se utiliza a menudo como piedra central en solitarios o anillos de compromiso.

Al igual que con la talla radiant, esta forma tiende a mostrar más color, por lo que recomendamos elegir un diamante con una categoría de color superior a H.

EL DIAMANTE DE FORMA PERA

Esta forma es poética: se asemeja a una gota de agua.
Muy utilizada en colgantes o pendientes, esta talla de 58 facetas combina el corte redondo con el corte marquesa gracias a su extremo puntiagudo.

Sin embargo, es probablemente la forma más difícil de elegir, ya que rara vez está bien tallada. Para los lapidarios, es complicado encontrar las proporciones perfectas entre el ancho y el largo de la piedra.

Por eso, un diamante de forma pera perfectamente tallado es una auténtica maravilla de la naturaleza y del saber hacer artesanal.

EL DIAMANTE DE FORMA COJÍN (Cushion cut)

Seguramente ya la has visto en monturas de grandes casas de joyería. Esta forma está muy de moda en los últimos años, a pesar de su antigüedad: existe desde principios del siglo XIX.
(Dato curioso: uno de los diamantes más famosos, el Hope Diamond, está tallado en forma cojín).
Brillante y elegante, es una excelente alternativa al diamante redondo si deseas algo más original. No obstante, su brillo es inferior al del diamante redondo.

Recomendamos engastar el diamante cojín en un anillo rodeado de diamantes brillantes para realzar su luminosidad.
(Dato curioso: para los diamantes de color, esta talla es ideal ya que la intensidad del color se distribuye por toda la piedra).

EL DIAMANTE DE FORMA MARQUESA

EL DIAMANTE DE FORMA MARQUESA

EL DIAMANTE DE FORMA MARQUESA

Diseñada especialmente para el rey Luis XV, esta forma tiene toda una historia, y a pesar del paso del tiempo, su nombre y su belleza siguen evocando la realeza.
La talla marquesa tiene una forma de rombo alargado, con bordes estrechos y puntiagudos. Es una elección ideal para pendientes, colgantes o collares.

Los diamantes de forma marquesa suelen parecer más grandes que otros con el mismo peso en quilates debido a su longitud. Esta forma cuenta con 55 facetas.
El diamante marquesa tiene un efecto visual muy interesante: su peso en quilates parece mayor y tiene la ventaja de afinar visualmente los dedos.

EL DIAMANTE DE FORMA ASSCHER

EL DIAMANTE DE FORMA ASSCHER

Introducida en 1902 por el reconocido lapidario Joseph Asscher, esta forma es similar a la talla esmeralda. La diferencia principal radica en sus esquinas angulosas y recortadas, que le dan al diamante una apariencia única y elegante.

Como ocurre con la talla esmeralda, la pureza del diamante es especialmente importante en este tipo de corte, ya que las inclusiones son más visibles.

Te recomendamos elegir un diamante con alta pureza: IF, VVS o VS.

EL DIAMANTE DE FORMA ASSCHER
EL DIAMANTE DE FORMA CORAZÓN

EL DIAMANTE DE FORMA CORAZÓN

EL DIAMANTE DE FORMA CORAZÓN

Romántico y poético, este corte es una versión modificada del diamante redondo. Posee 59 facetas.
Se hizo famoso en el siglo XVI gracias a María Estuardo, reina de Escocia, quien regaló un anillo en forma de corazón a la reina Isabel como símbolo de su amistad.
A veces es difícil encontrar un diamante en forma de corazón: es tan raro como el amor verdadero.
Es un diamante perfecto y excepcional para los más románticos.

Esta lista no es definitiva: existen muchas otras formas de diamantes que seguro te encantarán, como la talla baguette, triangular o en forma de rombo.
Tu joyero de confianza está allí para ayudarte en esta decisión crucial —una decisión que, para muchos, implica elegir el diamante que se llevará toda la vida para celebrar la unión de dos personas.

¿Qué forma elegir?

La elección de la forma es, ante todo, una cuestión personal, de gusto y estética.
Tu diamantino también puede orientarte según el tipo de joya que desees, así como en función de la morfología de tus dedos… o incluso de tu muñeca si se trata de una pulsera.

  1. La forma cojín recibe ese nombre porque, al ser tallado, el diamante recuerda a una almohada en la que uno querría dormir toda la vida.
  2. La leyenda dice que la forma marquesa fue creada para recordar la forma de los labios perfectos de la amante del rey Luis XV, la marquesa de Pompadour.
  3. La prestigiosa casa de joyería Tiffany & Co creó su propia forma de diamante: el Tiffany True.

CONSEJOS DEL DIAMANTISTA

La forma del diamante es una elección personal: depende de tus gustos y deseos. Es importante pedir consejo a tu diamantino para hacer la mejor elección entre todas estas formas.

Descubre cómo seleccionar la forma y el tamaño de diamante ideales para tu dedo.

Si deseas un diamante con una presencia imponente, las formas alargadas suelen ser las más adecuadas. Formas como la ovalada, la pera o la esmeralda suelen parecer más grandes en el dedo.
Sin embargo, el brillo del diamante redondo, gracias a sus proporciones perfectas, también aporta un resplandor único que puede parecer igualmente imponente.

Te recomendamos acudir directamente a Celinni para elegir la forma más adecuada de diamante según su pureza y color, ya que la forma puede influir en estas dos características tan importantes.

Y por último, lo más importante: la forma del diamante debe ante todo gustarte a ti. Es una elección íntima y personal.

¡Felicidades! Ya eres un verdadero experto en las principales formas de diamante.
No dudes en contactarnos si deseas más información sobre el tema.