Las Perlas: ¿Sabías que las perlas están vivas y pueden durar más de cien años si se usan? De hecho, las perlas se hidratan naturalmente al contacto con el aire y la epidermis, lo que contribuye a mantener su brillo. Resisten bastante bien a los golpes, pero su superficie es porosa y puede alterarse.
Las perlas cultivadas son delicadas y requieren una atención especial. Son particularmente sensibles a la deterioración química, especialmente por los aceites y las sales de la piel.
Para mantenerlas, las perlas deben ser limpiadas con un paño de gamuza o de franela después de ser usadas y guardadas en una gamuza diseñada para este propósito o en una bolsa de terciopelo después de haber sido limpiadas.
Evite cuidadosamente el contacto con las cremas de cuidado, las bases de maquillaje, el perfume, el spray para el cabello, los alcoholes, el agua con alto grado de acidez (piscinas). El contacto con otras joyas también debe ser evitado (en uno mismo y en la caja).